dilluns, 18 d’abril del 2011

¿Vivimos una segunda época de entreguerras?

¿Cómo definirán dentro de 100 años nuestra época? ¿Seremos la generación de Internet? ¿la era de la comunicación?. En el siguiente artículo intento dar algunas un repaso al presente y algunas claves para el futuro, que por nuestro bien, espero que sean totalmente erróneas.
Vivimos en un mundo absolutamente loco, donde los que se hacen ricos robando y engañando son triunfadores, en los que la mediocridad se premia, la estupidez abre puertas e incluso te lleva a ser presidente de la nación más poderosa del planeta.

Vivimos en un mundo al que están exprimiendo hasta la última gota, en el que habrá una crisis alimentaria y energética muy pronto, un mundo en el que para vivir como lo hemos hecho en los últimos 50 años en los países ricos, habrá que seguir exprimiendo a los pobres y a la naturaleza hasta limites insospechados.

Un mundo más comunicado, pero en el nunca antes tanta gente se había sentido sola. Un mundo con exceso de alimentos, pero en el que cada vez más gente pasa hambre. Un mundo con un nivel de información que nunca antes había tenido, pero que en lugar de movilizar a las personas por las causas justas, las deja paralizadas, impactadas e hipnotizadas por el volumen inasumible de información que recibe cada día. Un mundo que está al servicio del hombre como nunca antes, pero que se está deshumanizando a marchas forzadas.

En fin, dada la complejidad y sobre todo la paradoja permanente en la que vivimos, tenemos que vivir en el que yo denomino mundo light. En este mundo se pasa de puntillas por todo, no se entra en profundidad en ningún tema a resolver. Los problemas se solucionan de manera puntual, poniendo un parche sobre él y ya está, el que venga detrás ya se espabilará cuando el parche se rompa. Todo es sencillo, fácil, simple. No debe haber dolor porque eso provoca infelicidad y la infelicidad genera pensamientos para comprender sus causas y eso no conviene. No hay razonamientos que intenten comprender el todo, analizar la vida en detalle. La banalidad, la imagen, la estética (la ética murió a principios de s. XX) son las reinas de esta fiesta sin fin. Nadie mira en detalle las causas de nuestros problemas como mundo porque eso requiere pensamientos más elaborados y profundos y no hay tiempo de hacer algo así en un mundo tan rápido como este. Si te paras a analizar algo, cuando acabas ya ha desaparecido y corres el peligro de quedar como un panoli fuera de onda o un sabiondo que vive en su caverna de la que jamás sale.

Vivimos por la ilusión del futuro, nunca del presente. Estamos permanentemente insatisfechos porque creemos que nos merecemos más (la publicidad se encarga muy bien de ello), debemos tener más de lo que tenemos. Nos hemos olvidado completamente de SER ahora solo prevalece el TENER.

Vivimos siguiendo patrones del s.XX, de hecho no han cambiado en miles de años, pero en un mundo tan veloz y complejo, que paradójicamente, nos obliga a alejarnos de él para sentirnos vivos y más humanos. Solo cuando nos alejamos de nuestras ciudades podemos volver a sentirnos humanos más cerca de la realidad. Todos están desorientados: los políticos, la iglesia, todos los valores están en fase de extinción  y nadie nos da con que reemplazarlos, lo único que nos ofrecen es banalidad, ligereza, belleza, placer y hedonismo barato para que nos nuble temporalmente los sentidos y no veamos que en el fondo, no hay nada de nada y que cada vez estamos más vacios.

Pensemos: Cómo definirán dentro de 100 años la época actual?. ¿Quizá nos llamarán la era de la comunicación, la generación de Internet? En qué hemos destacado en los últimos 20 o 30 años además de en el desarrollo de armamento capaz de destruir el planeta varias veces? Creo que las generaciones futuras no entenderán nada de nuestra época, porque comprobarán que seguía muriendo gente de hambre y enfermedades a pesar de tener sobreproducción alimentaria y tener vacunas para salvar muchas vidas, verán que destruimos el planeta a pesar de que cada vez aumentaba más la población y en cambio, nos dedicábamos a destruir hectáreas de campos cultivables para alimentar vacas de las que hacer hamburguesas que provocaban sobrepeso y enfermedades a los niños de los países ricos. Verán, en fin, un mundo que es una paradoja con patas, que se busca a si mismo sin encontrarse, porque hay demasiado ruido a su alrededor.

La conclusión a la que llego, tan válida como cualquier otra, es que estamos en una época de entretiempo, esa en las que se sabe de donde se viene, pero no hacia donde se va. La última época de entretiempo fue durante los años 1920 a 1939 (la época de entreguerras). Se vivieron los locos años 20 llenos de música, alcohol y dinero. Luego llegaron los años 30, tras el crack del 29 y todos sabemos los que ocurrió en 1939 en Europa.

Pues bien, desde 1991 aproximadamente el mundo rico vive en una orgía de dinero y de crecimiento sin igual. Ahora parece que esto está llegando a su fin, aunque de momento nadie parece estar en condiciones de asegurarlo.

Sin duda, tras este crack (en la prensa se empeñan en llamarle crash para evitar similitudes con el de 1929) aparecerá un nuevo orden mundial o por lo menos las reglas tendrán del comercio deberán cambiar un poco. Los USA, primeros culpables y generadores de esta crisis, tendrán que limpiar sus pecados neoconservadores, por lo menos durante un tiempo.

Amigos, lo único que espero es que al final de esta época de entretiempo aparezca una situación más estable y sobre todo, más pacífica que la que nos llegó en 1939.


2 comentaris:

  1. Estimado articulista...
    es realmente la nuestra una época sin precedentes. Cocktail-centrifugadora de lo mejor y lo peor del ser humano. Algunos se extrañarán que tambíén afirme "lo mejor del ser humano"... yo así lo creo (¿ha muerto la ética, dice usted?... yo creo en la reencanación!). Pero es tanto el ruido a nuestro alrededor, y tan controladamente dirigido, que sólo nos llega la avalancha incesante de negativismo y de aquello que, pasando por información, no es más que el estribillo alienante de un coro de títeres que, a conciencia o no, bailan el son que unos pocos interesados les hacen, y consecuentemente nos hacen a todos, bailar. El estribillo que tan petulántemente entona que somos libres por poder votar y consumir, por ejemplo.
    Pero a día de hoy, como nunca antes, hay miles de personas cercanas o ya instaladas en la conciencia de que alguien nos cantó hace mucho una nana envenenada que nos sumió en un profundo sueño, o más bien una pesadilla surreal donde los valores tantas veces están vacíos de concepto y dónde se nos obliga a jugar al infantil juego de la silla y obligándonos a pelearnos por ellas... cuando hay sillas para todos!
    Nos durmieron y nos robaron lo más intrínsicamente humano: la libertad. Dándonos en su lugar una de cartón piedra. Recuperémosla!
    Hay comida para todos, hay tecnologías que nunca antes hubo y que no han salido a la luz pq económicamente no interesa al "sistema", y un largo etc.
    Sólo les mantiene arriba de la pirámide nuestro letargo... saben que si despertamos eso va a cambiar, y ya no saben que somníferos más inventar. Está en nuestras manos.
    Poco a poco, de dentro hacia fuera (es un trabajo paralelo, el interno de cada uno y el externo común... si no se da el primero el segundo acabará dónde taaaantas veces).

    ResponElimina
  2. Casi la mitad de este artículo o post (se llame como uno guste) lo secundo, incluso parece que me hayan leído la mente y lo hayan plasmado de forma coherente en este blog.

    ResponElimina